lunes, 13 de enero de 2014

Los 7 astros primordiales y los 3 astros secundarios (II)


Estrellas, planetas o satélites, los astros tienen un sentido, una identidad, una función. Inscritos en una carta astral, revelan los diversos componentes de la personalidad.

En la jerarquía celeste que rige el zodiaco, el Sol es una estrella, la Luna un satélite; Mercurio, Venus, Marte, Júpiter y Saturno son planetas, como también lo son Urano, Neptuno y Plutón. Y todos son astros.
Por ejemplo, el Sol situado en el signo de Aries, Cáncer o Libra, conserva siempre sus atributos solares, pero se impregna más o menos de las cualidades reveladas por cada uno de estos signos, según si su naturaleza está en afinidad u oposición con ellas.

Pero, Urano, Neptuno y Plutón deben considerarse aparte; pues, si su situación en una carta astral está lejos de ser desdeñable, la información que aportan corresponde más bien al ambito de las corrientes colectivas, mientras que los otros siete indican cualidades propias del individuo como tal.

En cualquier caso, todos tienen significados particulares, distintos, originales, que, según su situación en el zodiaco, se combinan con las cualidades inherentes a cada uno de los 12 signos astrológicos.

De tal modo, un nativo de Aries -cuyo Sol se encuentra en este signo- manifiesta una voluntad activa, impulsiva, entusiasta.

Sin embargo, un nativo de Cáncer está dotado de una voluntad sensitiva, receptiva, dulce, y un nativo del signo de Libra revela una voluntad sutil, equilibrada y contemplativa.

EL SOL

Es la expresión y la manifestación de la voluntad instintiva del individuo, la personalidad en vías de realización. Es la esencia del ser, el núcleo alrededor del cual se estructuran los componentes de su personalidad. La voluntad instintiva es lo que el individuo desea espontáneamente, sin reflexionar, lo que suscita en él afinidades y atracciones, indiferencias y repulsiones.

LA LUNA

Es la expresión y la manifestación de la sensibilidad del individuo, el yo sensible. Con la ayuda de sus cinco sentidos (la vista, el oído, el olfato, el gusto y el tacto), el individuo toma consciencia de su personalidad, del mundo que le rodea, que percibe e interpreta a su manera. Así, la imagen que se forja de él mismo y de su entorno es fruto de su imaginación.

MERCURIO

Es la expresión y la manifestación de la inteligencia del individuo, el yo cerebral y subjetivo. Una vez establecido el contacto sensible con el mundo, el individuo lo aprehende, es decir lo toma, lo capta. La imagen se hace idea. La idea se hace espejo. El espejo refleja y devuelve la imagen, suscitando la "reflexión". La inteligencia busca entonces instrumentos que le faciliten la comunicación con el mundo exterior y la relación con los demás. Mercurio es el instrumento de comunicación y de sociabilidad del ser.

VENUS

Es la expresión y la manifestación de los sentimientos y de las motivaciones del individuo, el yo emocional. Ser sentimental es combinar la expresión de los sentidos y la sensibilidad (lo sentido) con la de las actividades cerebrales (lo mental). Sin embargo, si el sentimiento tiene algo de cerebral, el amor es más espontáneo, más instintivo (cualidades solares). El amor pone en movimiento al ser, lo conduce a expresar sus emociones y sus motivaciones.

MARTE

Es la expresión y la manifestación de la afirmación del "ego" y del poder de acción del individuo, el yo activo. Para diferenciarse, el individuo debe afirmarse, imponer sus elecciones, sus iniciativas, actuar. El poder de acción es el instrumento mediante el cual el ser manifiesta su empuje entusiasta hacia la vida, se exterioriza, concreta sus ideas, alcanza sus objetivos, cumple sus promesas, satisface sus deseos.




No hay comentarios:

Publicar un comentario