viernes, 21 de febrero de 2014

La oniromancia o la interpretación de los sueños


Los sueños son siempre premonitorios en el sentido de que nos avisan de un hecho, de un acontecimiento, de una situación que vendrá. Pero, ¿cómo interpretarlos?

El sueño es una función vital; sin vida onírica mientras dormimos, no podríamos sobrevivir. Sin embargo, la propensión al sueño, no es exclusiva de la vida nocturna. En estado de vigilia también se sueña. No nos referimos al hecho de especular, de imaginar, de esperar, de querer o de desear, sino a los sueños que tenemos despiertos: esos cortos instantes de evasión en que el espíritu se libera, deriva, instantes durante los que estamos inmersos en un estado que tal vez se sitúa entre la vigilia y el sueño. Hablamos de cuando tienen que repetirnos varias veces lo mismo para que lo entendamos, lo comprendamos y reaccionemos, pues estamos tan absortos en otras preocupaciones que nos alejamos del mundo real. Desde siempre, el hombre sueña igual que respira y, a veces, sus sueños se hacen realidad.

¿PARA QUÉ SIRVEN LOS SUEÑOS?

¿De dónde vienen? ¿Tienen sentido? ¿Qué significan?
Los psicoanalistas modernos no fueron los primeros en formularse estas preguntas. En Babilonia, en el antiguo Egipto, en Israel, en Persia, en la India, en China, en Japón ya se lo planteaban, mucho antes de la aparición de la escritura. Y también se conocían los efectos terapéuticos de la interpretación de los sueños. De este modo, el hombre antiguo daba y encontraba un sentido a sus sueños utilizando el lenguaje de los signos, de los símbolos, de los mitos y de las creencias. Más tarde, en los países islámicos la oniromancia fue el único arte adivinatorio aceptado por el Profeta y predicado a los creyentes. Éstos elaboraron un verdadero código moral o deontológico para la práctica de esa mancia, que nada debe al sistema elaborado por nuestros psicoanalistas actuales.
Así eran las palabras que pronunciaba el profeta, este oniromántico -o sea, el intérprete de los sueños o antepasado de nuestro psicoanalista moderno-, cuando uno se disponía a confiarle su sueño: "¡Que el bien te resulte próximo y que el mal se aleje de ti! ¡Que sea un bien para ti y un mal para tus enemigos! ¡Loado sea Alá, señor del universo! Cuenta tu sueño".

¿POR QUÉ SOÑAMOS?

Los neurólogos afirman que la función del sueño resulta de nuestra actividad cerebral y orgánica.
Los psicoanalistas freudianos ven en ella efectos compensatorios y fantasmas producidos por la libido, palabra latina que significa deseo, entendido aquí como energía de los instintos y de las tendencias que constituyen el fondo de la personalidad.
Los psicoanalistas jungianos explican que nuestros sueños son portadores de mensajes simbólicos, cuya interpretación es un buen medio para conocernos a nosotros mismos, para orientarnos cuando tenemos problemas psíquicos o materiales o cuando atravesamos momentos de confusión.
Los antiguos entendían sus sueños como mensajes enviados por los dioses, para iluminarles, prevenirles, advertirles y guiarles.
Como ocurre a menudo, cuando los hombres se plantean una cuestión de las llamadas "eternas", cada especialista tiene una parte de la verdad, la cual se encuentra mediante una hábil síntesis de las respuestas que se nos proponen. En cuanto a lo que nos interesa, podemos deducir que nuestros sueños resultan de nuestras funciones cerebrales y orgánicas, que son fruto de nuestros deseos satisfechos o inhibidos, que su desciframiento y su interpretación favorecen tomas de conciencia y que, finalmente, son portadores de mensajes simbólicos esenciales que se manifiestan ante nosotros como medida preventiva, que nos avisan de ciertas situaciones, circunstancias o acontecimientos futuros, para que podamos prepararnos para vivirlos serena y sabiamente.
No cabe duda de que debemos estar atentos a nuestros sueños, a nuestra doble vida onírica, ya que resulta ser un buen medio de entrar en relación y en comunicación con lo absoluto, en comunicación con uno mismo.

¿CÓMO INTERPRETAR NUESTROS SUEÑOS?

Un método sencillo que se inspira en las técnicas de la oniromancia tradicional consiste en redactar un diario. Procúrate un cuaderno o una libreta y, cada vez que recuerdes un sueño, escríbelo sin descuidar ponerle su fecha. No te detengas en pensar que es totalmente fantástico, irreal, irracional o absurdo. Lo esencial es que puedas volver a él y que lo puedas contar. Al redactarlo, no busques efectos de estilo. Sé tan espontáneo y conciso como te sea posible. En cierto modo, al escribir tu sueño, te liberarás de él y podrás reflexionar cómodamente.
En cualquier momento, podrás leer tu libreta y recordar tu sueño. Sin duda, encontrarás analogías, concordancias y nexos comunes entre estos sueños y los que tendrás posteriormente, y que también escribirás de la misma manera. 
Para entender el sentido de tus sueños, podrás consultar un buen diccionario de símbolos.
Pero eso no debe impedirte recurrir a un principio de interpretación sencillo, basado en la analogía, los juegos de palabras, los símbolos y la deducción. En efecto, cada uno de nuestros sueños es un enigma.
Desvelar un enigma presenta diversos puntos comunes con una trama policíaca, de ahí la fascinación que ejercen sobre nosotros los grandes detectives de la literatura.
A partir de ahora, para interpretar tus sueños, transfórmate en Sherlock Holmes. "Donde está la pregunta, está la respuesta", dice un precepto de la oniromancia india.
Debes saber que, en casi todos los casos, tú eres el único capaz de interpretar tus propios sueños.

¿TIENEN UN SENTIDO INHERENTE NUESTROS SUEÑOS?

Hoy sabemos que, mientras dormimos, estamos inmersos en una fase de ensoñación que engloba cuatro o cinco sueños diferentes, cuando menos. Pero no los memorizamos con exactitud. A veces, al despertarnos, nos encontramos durante un breve instante en un ambiente, una atmósfera inherente al sueño en el que estábamos inmersos justo antes de abrir los ojos. Otras veces, persiste en nuestra mente una situación o un hecho que se produjo en el sueño. Otras, esta situación o este hecho nos persigue, nos inoportuna y puede incluso repetirse varias veces durante diferentes noches. Naturalmente, a estos sueños debemos prestarles una particular atención. En efecto, un sueño que nos deja una fuerte impresión aun despiertos siempre está cargado de sentido, es portador de un mensaje importante que es necesario interpretar.




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